viernes, 12 de enero de 2007

Del escribir y de la superación del egoísmo humano

Hoy he empezado con una empresa que no se donde va a terminar, la cual es simplemente la empresa de expresar mi vida en estas palabras. No he de empezar con el tema más hermoso, tampoco con el más horrible sino simplemente con el que mi corazón busca superar y espera colaborar a que nuestra humanidad supere.

Se que mi formación no facilita que estos escritos sean de gran calidad en lo que respecta a su estructura y redacción, pero superando todo lo que inhibe mi expresión deseo poder compartir “mi” pequeña sabiduría, la cual no es mía, sino la suma de saberes desarrolladas por millones de personas de este mundo.

No pretendo eso si, decir acá un cúmulo de verdades, se que llegar a ella, si es que realmente existe en este universo, es muy difícil. Pretendo solo compartir lo que soy y lo que creo hoy en día, denme el derecho de que en algunos temas cambie de opinión en los próximos años (Dios quiera que sea para bien.

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Hermanos y amigos, cuan difícil es aceptar las debilidades de los hombres y mujeres de este mundo, cuan difícil es superarlas, y no hablo de los otros, si no de las superaciones del “yo”, pues cuando buscas que otros sean como tu quieres que ellos sean, tu empiezas a dejar de ser, lo que te lleva a la plenitud. Les recomiendo simplemente, pedir que seas tú quien logre ser quien “debieras ser”, aunque no a partir de normas morales exógenas impuestas, si no del ágape, del amor, de lo que nos hace mas fuerte, del compartir gratuito.

En esto ultimo, pueden considerar que ya deviene una norma moral impuesta del exterior, el decir; que hay que actuar a partir del amor. Pero creo (y esto algún día lo tratare de sustentar de mejor forma) que a partir de la razón, como a partir del corazón o la Fé, los hombres llegamos a la convicción de que un mundo basado en el amor (ágape), es decir no el sentimiento amoroso sino la acción de amor por los otros, llevara a que la humanidad pueda realizarse en una plenitud aqui en la tierra y para los que creemos, allá en el cielo.

Por lo tanto los animo amigos, a que superemos nuestras pobrezas, nuestro egoísmo que nos destruye, pues así podremos construir una mejor humanidad para nosotros, como para nuestros hijos.

Carlos Urriola

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